Las situaciones parecen estar empujándome hacia el fondo de
mi profundo mar.
Mi mente comienza a consumirse.
No sé qué hacer.
Empiezo a suponer
Y supongo.
Supongo que solo me queda pensar en que, si llego a tocar
fondo, será para coger impulso y salir a flote.
Me estoy construyendo un fuerte.
Y tengo miles de escudos.
Mi gran mente y mi corta vida no pueden seguir permitiendo
recibir tales golpes.
Y me ahogo, cada vez noto más la presión del agua en mis oídos.
Siento que debo aprender a respirar bajo el agua, por si no
me quedan fuerzas para flotar de nuevo.
Pero puedo.
Puedo salir a flote.
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