jueves, 12 de mayo de 2016

COMPAÑERO.



Qué decir de esas personas  que llegan de improvisto, con el único fin de cambiarte las horas, los días y la vida. Con el único fin de convertirse en un amigo. Pasando sin avisar a ser un hermano de una sangre diferente a la tuya.

Qué decir de esos amigos con los que se comparten risas, llantos, alcoholismo, locura, tristeza, sonrisas y los mayores abrazos que recibiste nunca.

De esos que están ahí para reír contigo en las buenas y para secar tus lágrimas en las malas.

De esos que te llevan al extremo de la adrenalina cuando hacen cualquier locura junto a ti. Pero después te ponen los pies en el suelo cuando lo ven necesario.

De esos que son como tú.

Que estás leyendo esto ahora.

Y probablemente con una lagrima saltada.

Mi muy fiel compañero. Como de costumbre, me dejas sin palabras. Porque al fin y al cabo, sabemos que nos sobran. Porque juntos nos bastamos. Nosotros.

No me faltes nunca.

Te quiero.

 



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