Creo firmemente que hay un momento en nuestras vidas en el que encontramos a nuestra alma gemela.
Y no estoy hablando de ningún hombre, que quede claro. Estoy hablando de esa persona que conociste y que no te cayó nada bien, pero que terminó metiéndose en tu vida a cojones y convirtiéndose en tu inseparable.
De tu mano desde siempre.
Digna compañera de chupitos y aventuras.
Te amo.
martes, 31 de mayo de 2016
lunes, 30 de mayo de 2016
PROVOCAS.
Pasan los meses y cada vez soy más consciente de lo que
provocas en mí.
Me haces querer quedarme contigo mucho tiempo.
Sin pensar en cuanto tiempo quiero que te quedes conmigo.
Excitas mi piel acariciando mis labios.
Pero excitas aún más mi mente cuando acaricias mis pensamientos.
Me haces aflojar, acelerándome.
Me llenas, sin rebosarme.
Me enloqueces, siendo yo menos cuerda que tú.
Me das vértigo y ganas de tirarme, siendo tú mi precipicio personificado.
Me apagas, sin dejar nunca de quemarme.
Me suspiras y respiro tus suspiros.
Encuentras las llaves de todas mis puertas, adentrándote en mis miedos y deshaciéndote de todos.
Haciendo que el único miedo que quede en mí sea que no me devuelvas las llaves.
Eres el quiero de mi debo.
El negro de mi blanco.
La amistad con más derecho a mí, que cualquier amistad.
El verano de mi invierno.
Mi punto de ira.
Tu punto de mira.
Me haces querer quedarme contigo mucho tiempo.
Sin pensar en cuanto tiempo quiero que te quedes conmigo.
Excitas mi piel acariciando mis labios.
Pero excitas aún más mi mente cuando acaricias mis pensamientos.
Me haces aflojar, acelerándome.
Me llenas, sin rebosarme.
Me enloqueces, siendo yo menos cuerda que tú.
Me das vértigo y ganas de tirarme, siendo tú mi precipicio personificado.
Me apagas, sin dejar nunca de quemarme.
Me suspiras y respiro tus suspiros.
Encuentras las llaves de todas mis puertas, adentrándote en mis miedos y deshaciéndote de todos.
Haciendo que el único miedo que quede en mí sea que no me devuelvas las llaves.
Eres el quiero de mi debo.
El negro de mi blanco.
La amistad con más derecho a mí, que cualquier amistad.
El verano de mi invierno.
Mi punto de ira.
Tu punto de mira.
PASADO.
Supongo que hay personas que por mucho tiempo que pase,
quedan ahí, marcadas en algún lugar.
Que se van de ti.
Pero las sensaciones no dejan de ser las mismas cuando las vuelves a ver.
Y te miran, una parte de ti muere porque te das cuenta de que su recuerdo vuelve a la vida.
Y sientes miedo.
Entonces te habla, te roza y sientes esa sensación, la sensación que sigue siendo idéntica a la de antes.
Y por un momento, te pierdes.
Hasta que vuelves a mirar hacia el frente y aceptas.
Como de costumbre.
No queda otra que aceptar.
Ya todo es pasado, aunque las sensaciones aun estén presentes.
Que se van de ti.
Pero las sensaciones no dejan de ser las mismas cuando las vuelves a ver.
Y te miran, una parte de ti muere porque te das cuenta de que su recuerdo vuelve a la vida.
Y sientes miedo.
Entonces te habla, te roza y sientes esa sensación, la sensación que sigue siendo idéntica a la de antes.
Y por un momento, te pierdes.
Hasta que vuelves a mirar hacia el frente y aceptas.
Como de costumbre.
No queda otra que aceptar.
Ya todo es pasado, aunque las sensaciones aun estén presentes.
ME GUSTA.
Hoy, escuchando a Beret, he pasado de los auriculares y he
dejado que sus letras fluyan en el espacio de mi habitación.
Me voy dando cuenta de cuán difícil es encontrarme, cuando ni yo sé dónde estoy.
De cuán difícil soy.
Inconformista.
Independiente, pero tan dependiente en secreto.
No me conformo con simple placebo, ni historias a medias.
Me gusta ser yo.
Hirviente.
Pero rota.
Busco porqués a mis dudas siempre sin respuestas.
Invento buques en mí y me meto adentro de ellos creyendo que ahí nadie me tocará, cuando soy yo la que propiamente se hunde.
Me gusta el vértigo.
Me gustan las mareas.
Lo que no se entiende.
Y lo que se intenta entender.
Me gusta la gente que aporta.
La gente con miedos, sin miedo a ser fóbicos.
Me gusta la música clásica.
Los llantos sin razón.
Y la poesía, me provoca excitación.
Me voy dando cuenta de cuán difícil es encontrarme, cuando ni yo sé dónde estoy.
De cuán difícil soy.
Inconformista.
Independiente, pero tan dependiente en secreto.
No me conformo con simple placebo, ni historias a medias.
Me gusta ser yo.
Hirviente.
Pero rota.
Busco porqués a mis dudas siempre sin respuestas.
Invento buques en mí y me meto adentro de ellos creyendo que ahí nadie me tocará, cuando soy yo la que propiamente se hunde.
Me gusta el vértigo.
Me gustan las mareas.
Lo que no se entiende.
Y lo que se intenta entender.
Me gusta la gente que aporta.
La gente con miedos, sin miedo a ser fóbicos.
Me gusta la música clásica.
Los llantos sin razón.
Y la poesía, me provoca excitación.
martes, 24 de mayo de 2016
"COMO UN HOMBRE."
"Cuando vemos a una chica que dice palabrotas, que come sin parar, que viste con lo primero que pilla, o que habla de sexo sin tapujos, decimos que esa chica se comporta "como un hombre".
Esto es así porque estamos acostumbrados a que las conductas liberadas, hablar de sexo, comer lo que queramos, hacer lo que queramos, sólo hayan podido hacerlas los hombres. Y asociamos inconscientemente el hecho de no estar limitados o no estar censurados al actuar, con "ser un hombre".
Pero una chica que hace lo que quiere no es un hombre, ni es un tío. Es simplemente una chica que hace lo que quiere."
VICIO.
Hoy, sabiendo que te siento.
Sigo negándome a admitir que me gustas más de lo previsto, que me encantas y me consumes.
Y no sé qué es.
Llámalo conexión o quizás vicio.
Vaya incontrolable vicio, ese de que me saques de quicio.
Pero vaya conexión, de esa que nos lleva hasta la máxima alteración.
Viciados.
Y sin control.
Sigo negándome a admitir que me gustas más de lo previsto, que me encantas y me consumes.
Y no sé qué es.
Llámalo conexión o quizás vicio.
Vaya incontrolable vicio, ese de que me saques de quicio.
Pero vaya conexión, de esa que nos lleva hasta la máxima alteración.
Viciados.
Y sin control.
miércoles, 18 de mayo de 2016
SOBRO.
No sé cuánto tiempo van a seguir siendo tiempos difíciles, pero
siento que ya no puedo más.
Cada vez me hundo más y no sé a dónde ir.
Mi mente cada vez está más consumida.
No sé lo que pasa y ya solo me queda rebosar a lágrimas.
Sobro.
Cada vez me hundo más y no sé a dónde ir.
Mi mente cada vez está más consumida.
No sé lo que pasa y ya solo me queda rebosar a lágrimas.
Sobro.
martes, 17 de mayo de 2016
COMIENZAS A SER.
No sé por qué.
Pero me comienzas a llegar hondo.
Y tengo miedo.
No de ti.
Quizás miedo de mí.
Me estás haciendo volver a creer.
Y no en el amor.
Si en ese algo que te llena y no quieres que deje de hacerlo nunca.
Comienzas a ser.
Y eres.
Aun sin ser nada.
Ocupas, pero no sobras.
Llenas, pero no rebosas.
Llegas y no te vas, aunque te vayas.
Mientras tanto yo te describo en sentimientos.
Y tú sigues sin saber que estas cartas irán al olvido.
Porque estos sentimientos siguen siendo como quiero que sean, mudos.
Tan mudos como yo, cuando me clavas la mirada y me sonríes.
Tan mudos como mi mente, cuando recuerdo recuerdos y mi cuerpo rebosa a sensaciones.
Pero me comienzas a llegar hondo.
Y tengo miedo.
No de ti.
Quizás miedo de mí.
Me estás haciendo volver a creer.
Y no en el amor.
Si en ese algo que te llena y no quieres que deje de hacerlo nunca.
Comienzas a ser.
Y eres.
Aun sin ser nada.
Ocupas, pero no sobras.
Llenas, pero no rebosas.
Llegas y no te vas, aunque te vayas.
Mientras tanto yo te describo en sentimientos.
Y tú sigues sin saber que estas cartas irán al olvido.
Porque estos sentimientos siguen siendo como quiero que sean, mudos.
Tan mudos como yo, cuando me clavas la mirada y me sonríes.
Tan mudos como mi mente, cuando recuerdo recuerdos y mi cuerpo rebosa a sensaciones.
jueves, 12 de mayo de 2016
COMPAÑERO.
Qué decir de esos amigos con los que se comparten risas,
llantos, alcoholismo, locura, tristeza, sonrisas y los mayores abrazos que
recibiste nunca.
De esos que están ahí para reír contigo en las buenas y para
secar tus lágrimas en las malas.
De esos que te llevan al extremo de la adrenalina cuando
hacen cualquier locura junto a ti. Pero después te ponen los pies en el suelo
cuando lo ven necesario.
De esos que son como tú.
Que estás leyendo esto ahora.
Y probablemente con una lagrima saltada.
Mi muy fiel compañero. Como de costumbre, me dejas sin
palabras. Porque al fin y al cabo, sabemos que nos sobran. Porque juntos nos
bastamos. Nosotros.
No me faltes nunca.
Te quiero.
miércoles, 11 de mayo de 2016
ANSIAS.
Vuelvo a escribirte.
Te has llevado contigo mis miedos de sentir.
Y te siento.
Ahora sin miedo.
Y siempre con ansias.
Pídeme.
Y dame más.
MIEDO.
Hoy con el gran Orozco en mis oídos.
Respiro hondo y me llega bien el aire.
Y pienso.
El miedo fluye de mí y se va.
Mi coraza comienza a dar resultados.
Sonrío.
lunes, 9 de mayo de 2016
SITUACIONES.
Las situaciones parecen estar empujándome hacia el fondo de
mi profundo mar.
Mi mente comienza a consumirse.
No sé qué hacer.
Empiezo a suponer
Y supongo.
Supongo que solo me queda pensar en que, si llego a tocar
fondo, será para coger impulso y salir a flote.
Me estoy construyendo un fuerte.
Y tengo miles de escudos.
Mi gran mente y mi corta vida no pueden seguir permitiendo
recibir tales golpes.
Y me ahogo, cada vez noto más la presión del agua en mis oídos.
Siento que debo aprender a respirar bajo el agua, por si no
me quedan fuerzas para flotar de nuevo.
Pero puedo.
Puedo salir a flote.
jueves, 5 de mayo de 2016
ERAS.
Puse a Ludovico en mis oídos. Me recogí el pelo y pensé en
ti. Momento perfecto para escribir(te).
Eras el precipicio más alto por el que asomaba mi corazón
millones de veces, tapándome los ojos para que mi pánico al dolor no me
absorbiera.
Me gustaba sentarme en
tus clavículas y ahí sentada, mirar hacia abajo.
Observaba mis inmensas ganas de tirarme por el precipicio de
tus curvas.
Ganas que asustaban
Miedo.
Vértigo de ti.
Eras mis ganas y mis desganas.
Eras los va y vienes
más desastrosos de mi vida.
Eras un desastre.
Eras inmadurez.
Eras el no saber qué
quieres, de mis no sabía qué quería.
Eras mis ‘te echo de menos’.
Eras mi ‘te quiero’ más mudo.
Eras quien se iba sin decirme adiós y quien volvía sin un
mero saludo.
Eras por quien tiraba la toalla y la recogía cuando volvías.
Eras mis rotos y mis descosidos.
Eras contradicción.
Eras adicción.
Eras herida y alcohol.
Eras mi estúpida manía de parar mi vida por si llegabas
tarde.
Eras y no dejas de ser, aunque no estés.
Eras marca, y marcabas.
Eras la boca del lobo de la que nunca aceptaba querer no
salir.
Eres pasado.
Eras.
miércoles, 4 de mayo de 2016
LIBERTAD.
Desde hace tiempo, lo que digan me da igual.
Ya hay demasiado incendio interno que aguantar.
Y yo no vivo presa de la sociedad.
Corro mientras ustedes, parados, analizáis eso de ser
buenos.
Que yo me dejo llevar, que es lo que mejor se me da.
Y al final todo se basa en más reír y menos pensar.
Tan solo acércate y prueba la libertad.
A PASO LENTO.
Si no veo nada claro, cierro los ojos y si vuelo, choco.
No me queda otra, le he cogido el gusto a estrellarme y ya
no puedo parar.
Porque arriesgar me da vida y no pensar me la quita.
Y aprendo.
La moraleja es que no hay moraleja en mi cuento.
Desafío a mi mente y cada vez tengo más ansia.
Y ando sin parar, pero a paso lento.
A TI.
Empiezo a acostumbrarme a ti, sin dejar la costumbre de ser
yo.
Me aportas porque me soportas y no limitas mi mente
ilimitable.
Por las sonrisas que disparas y los miedos que me matas.
Porque soy libre, contigo.
Escribiendo sobre ti y aún ni tú sabes quién eres.
Yo te imagino y quizás con eso me basta, pero nunca me
sobra.
Y me gustas, porque siempre me dejas en obras.
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