A darme cuenta que no hay nada mejor que quedarme a vivir en tus labios.
Y quererte, quererte sin palabras, para no hablar mientras te quiero y así, que nada me interrumpa.
No sé qué somos realmente.
Pero por pedir, ojalá seamos la ecuación más difícil de resolver y te quedes conmigo hasta que encontremos la mejor solución.